Somos hijas del patriarcado, y eso, se manifiesta durante el climaterio. Este portal arrasa con el instrumento más conocido que identifica a una mujer con lo externo, con el personaje; la juventud y la belleza.Lo hace despacito, avisa, pero es implacable y nos la arrebata la belleza canonizada y nos toca cambiar de valores internos y externos.

En los últimos cuatro últimos años, mientras me voy despidiendo de mis ciclos regulares, de mis ovulaciones y siento que tengo otro diálogo con mi sangrado, me voy despidiendo también de mi envoltorio, uno que me había servido,y mucho, para sentirme segura; ser joven.

Ser joven, en esta sociedad, es un valor, por eso se invisibiliza a las mujeres que pasan de los 45 o 50 años y aunque nos resistamos a tomar esa información, nos mueve por dentro, nos centrifuga el centro, nos cambia los diálogos internos. La honestidad, es uno de los valores que viene de la mano del climaterio, sin duda, se presenta sin previo aviso y te descubres honrando la verdad. En nuestro mental sabemos que somos más sabias, más magas, más chamanas, que somos soberanas de nuestra sexualidad y de nuestra vida, eso nos lo contamos y así es, crece nuestra sacerdotisa interna y se refina nuestro espíritu, pero hay una parte muy invisible que se duele del duelo de la juventud, de la piel tersa y el cabello de cualquier color que no sea el blanco, de los pechos erguidos y los glúteos firmes, el óvalo de nuestro rostro terso y nuestros párpados bien firmes, dejando que se caigan, solamente, si nos apetece seducir, la energía de nuestro bazo va deslizándose hacia la Tierra, igual que nuestra piel, nuestra musculatura y nuestro tono vital. Estamos en el otoño de nuestra vida y a su vez, ocurre algo maravilloso: estamos en nuestra segunda primavera.

Ese movimiento externo necesita tiempo para hacerlo nuestro, necesitamos tiempo para ajustar la cana, sea donde sea que aparezca, necesitamos tiempo para ver que la capa yin entre piel y hueso se manifiesta, que el colágeno no sostiene lo insostenible y poder amigarnos con el nuevo continente y nuestro contenido, dialogar con ellos.

El velo de la juventud es una de los 7 velos que vamos destapando durante los años de este portal y es una maravilla hacerlo en grupo, danzando, mirando a la hermana sin el velo, reconociendo el cambio y honrándonos las unas a las otras, postrándonos ante la vida de la mujer madura y recolectar sus tesoros, por capas, por velos, por mudas de piel.

5 de diciembre de 2019, Gualba, Montseny.

Próximo programa para acompañar: El peregrinaje del climaterio. Acompañada.

 

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